jueves, 2 de diciembre de 2010

Siempre, medio llena.

Tres días he necesitado digerir la manita, que bien jugo el barsa, lo hicieron de película de dibujos animados. La conclusión que saco del partido del lunes es clara, aun estamos lejos del Barsa no tanto como indica el marcador.

Como reflexión tanto de directiva, jugadores y aficionados creo que los árboles no nos han dejado ver el bosque, nuestras ansias nos han llevado a crear una burbuja que nos han cegado a todos.

Esta violenta caída a la realidad y cura de humildad tenemos que asimilarla el Madridismo como una lección más en este periodo de retorno a la élite y más cuando el ejecutor ha sido el máximo rival. De estas situaciones solo hay dos salidas lamerse las heridas o perseverar y levantar la cabeza, solo la segunda aparece en el ideario del Madrid y hacia ella debemos todos remar en estos momentos de renovación y nacimiento de un nuevo equipo.

Mou tiene mucho trabajo por delante y no le va a resultar fácil reducir la diferencia que aun nos separa, tampoco nos podemos engañar y pensar que en tres meses se iba a llegar a nivel de un equipo ensamblado durante las tres ultimas temporadas. Estoy convencido que Mou se encuentra ante el mayor retos profesional, tanto por la historia del Real Madrid como por el oponente al que se enfrenta, por ello el carácter y la forma de entender el futbol hacen del portugués una magnifico entrenador para esta tarea de todos.

Todo aquel madridista como de cualquier otro equipo que después del lunes piense que la diferencia entre Madrid y Barsa es la que indico el marcador estar cometiendo uno garrafal error, ojalo nuestros rivales lo cometan.

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