miércoles, 24 de febrero de 2010

A las barricadas




Ayer 23 de febrero la maquinaria sindical se puso en marcha para defender a los curritos de las propuestas del gobierno sobre material laboral. Después de contar esta falsa resureccion, ayer todo fue un montaje de sindicantos productions, vamos al grano...

Sobre las manifestaciones que se convocaron ayer, mejor vamos a llamarlo concentración de rojillos con demasiado tiempo libre y pocas ganas de currar (jubilados, amas/os de casa y funcionarizado varios) ¿Qué vamos a esperar?. Me gustó mucho el detalle que tuvieron los sindicatos con los trabajadores que asistieron, que fueron ninguno, de hacerla después del horario laboral, así por lo menos no les descuentan el día.

Por lo demás, todo como esperaba de estos comedores que viven a costa de las retenciones que nos realizan de nuestras nóminas y el diezmo que le cobran al gobierno, un mediocre pasacalles como el que ayer escenificaron, vamos solo faltaban los Bardem, los recaudadores de la Sgae y los chavales de telebasura Telecinco, con Jorge Javier al frente vestido de María Teresa Fernández de la Vega. Nuestro amigo Cayo le dedicó un recordatorio al PP como marcaba el guión de Moncloa.

Los dos Vicepresidentes cuartos de Gobierno, para los neófitos Cayo Lara y Cándido Méndez, estuvieron muy bien, flojitos y blanditos con el gobierno sin morder la mano que les da de comer. Que ¡Magnífica manifestación!, me puede explicar el lumbreras que diseño este acto con qué lógica un trabajador que se levanta a las 7h de la mañana y después de currar sus 8h como un carbón, con qué ganas se presenta a las 8h de la tarde en La Castellana a escuchar la perorata de estos vividores.

Está cristalino, uno cuando llega de currar prefiere siempre tomarse una cervecilla debajo de casa, según estamos no da el presupuesto para más, que ir a acariciar el lomo a los sindicatos verticales de ZP.

Esperamos que la próxima campaña publicitaria sea un poco menos descarada, casi mejor que se pongan a currar para los trabajadores, que las pensiones de los ministros y presidentes del gobierno, a los que defienden, con cuatro o cinco años a lo sumo ya están aseguradas.

P.D. Los caminos del señor son inescrutables, comparados con los sindicales son una broma

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